LOS VIAJES DE GARCÍA LORCA A GALICIA EN 1932




Durante la II República hubo en las ciudades gallegas una extraordinaria efervescencia cultural, que hoy todavía nos sorprende y da envidia. Eran muchos los jóvenes que querían dinamizar sus ciudades a través de los Comités de Cooperación Intelectual. En las visitas que hizo el poeta a Galicia García Lorca siempre tuvo una extraordinaria acogida y fueron muchos los que lo acompañaron y los que asistieron a sus conferencias y representaciones. Estoy convencida de que era un ser de luz que atraía por su simpatía y su duende. Fueron tres las veces que estuvo el poeta en nuestra tierra en 1932.

MAYO DE 1932 (segundo viaje)


Con el abogado Roberto González, el arquitecto Manuel Gómez Román

   Lorca volvió a Galicia en 1932 para dar conferencias invitado por el Comité de Cooperación Intelectual de la República. En este viaje recorrió varias ciudades: Vigo (6 de mayo), Santiago de Compostela (7 de mayo), A Coruña (8 y 9 de mayo) y de nuevo en Santiago (10 de mayo). Por las fotos que se conservan sabemos que también estuvo en Betanzos, aunque no conocemos la fecha precisa, pero tuvo que ser durante el viaje de ida o vuelta entre Santiago y A Coruña.


 
 
VIGO

    El 6 de mayo de 1932 llega a Vigo. Primeramente, es huésped del Comité vigués y arropado por los jóvenes intelectuales de la ciudad  se reúne en el café Derby. Imparte luego una conferencia en el teatro García Barbón, sobre la «Arquitectura del cante jondo». El periódico Faro de Vigo incluye con el título de "Cuartillas de Azorín", la reseña que este publicó del libro Poema del cante jondo. Con el texto se incluye una nota del Comité de Cooperación Intelectual donde se confunde el tema de la conferencia con el del libro Poema del cante jondo, por lo que podría suponerse que Lorca acudiría a Vigo, no a pronunciar esa conferencia, sino a declamar los poemas de su libro: "Arquitectura del cante jondo" es —según esta nota— un «calificado poema compuesto de seis caprichos en los que fluye a borbotones la poesía lírica». (En un artículo del Faro de Vigo, se afirma que estaba previsto, pero no acudió. Habrá que seguir investigando)

SANTIAGO

   En Santiago, el día 7, tras una visita de cortesía al rector de la Universidad, da, por la tarde, su conferencia en el salón de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, instalada en el colegio de San Clemente (Hoy Instituto Rosalía
Retrato hecho por Carlos Maside 
 de Castro), presentado por Carlos Martínez Barbeito, miembro de Comité de Cooperación Intelectual. Era gratuita para los socios y costó tres pesetas a otros asistentes.
 Así lo describe Barbeito:«Vestía un traje de grueso paño beige, claro, de corte muy norteamericano , llevaba una corbata de seda brillante, de color rojo oscuro. Los zapatos, que desde el primer momento me llamaron la atención, eran gruesos y los sujetaba con una correa de hebilla. Todo su atavío procedía de Estados Unidos y nos chocó un poco a aquellos jóvenes provincianos que éramos».
El contenido de esta charla siempre me intrigó, porque, al consultar la bibliografía, aparecían informaciones contradictorias. Creo haber descifrado el enigma gracias a H. Alvarellos, al que agradezco su exhaustiva investigación, que paso a resumir. 
Estaba previsto que la conferencia fuese «Paraíso cerrado para muchos, jardín abierto para pocos (Granada y su poeta del siglo XVII)», título relacionado con poeta gongorino Pedro Soto de Rojas (1584-1658), como se anunciaba en El Eco de Santiago del día anterior. Según Martínez Barbeito, acompañante del poeta en el acto, Lorca dijo que había perdido los papeles de la conferencia que iba a pronunciar (Las llevaba normalmente escritas, porque las repetía). Tuvo que subir él al escenario a anunciarlo. Añade que pudo ser un juego teatral del poeta, porque habló durante tres cuartos de hora, y dice:«El público salió sin una percepción clara de lo que el orador quiso decir, pero con el alma herida por el raudal de poesía colorista que emanaba de las palabras del poeta». Por su parte, Fernández del Riego en sus memorias  describe la alocución como "un manantío de poesía colorista, alabarante", muy bien recibida por aquel público de profesores y estudiantes.
Pero El Pueblo Gallego del martes 10 de mayo publica el artículo "Poeta en Nueva York"donde se  dice claramente que el poeta regaló a los asistentes a la conferencia un avance de sus poemas que luego publicaría en el libro Poeta en Nueva York, algo que ya había hecho dos meses antes en la Residencia de Estudiantes de Madrid. La novedad y dificultad de los poemas neoyorquinos, con una estética surrealista muy renovadora y también muy diferente de su estética neopopularista anterior, explicaría la emoción y seguramente la falta de comprensión de una parte del público.
 Por la noche, le dan una cena de homenaje los organizadores del acto y la nueva intelectualidad universitaria en el hotel Compostela. Según Martínez Barbeito el poeta tocó el piano y cantó antiguas canciones populares que había armonizado para La Argentinita, como "Los peregrinitos" o "Los cuatro muleros". Luego recitó versos y acabó cantando él cantigas de Martín Códax.

   El día 10 volvió a Santiago, después de su estancia en A Coruña. Dijo el periodista Rey Alvite en La Voz de Galicia que su intención era escribir un poema sobre Santiago. Lo acompañarán de nuevo los miembros del Comité de Cooperación intelectual, entre otros, Luis Seoane, Maside, Cuadrado y de nuevo Carlos Martínez Barbeito, que estaba estudiando la carrera de Derecho.
En Betanzos 
   Fue en el Bar Viño en la cena que le ofrecen la noche del día 10, donde el pintor Carlos Maside le hizo su famoso retrato.
 
Describe Carlos Martínez-Barbeito "algúns instantes desta viaxe, literaria e humanamente intensos. O pasmo diante da Catedral, afirmándose entre a neboeira nocturna; a Quintana, acolledora e íntima, á que Lorca bautizou co nome de praza-butaca e serviu de espazo poético ao seu poema «Danza da lúa en Santiago»; a Colexiata de Santa María a Real do Sar e o seu claustro, coas súas sombras pétreas de monxes e abades; a ofrenda floral a Rosalía e o momento en que lle dedica, no Café Suizo, os seus libros Canciones e Romancero gitano, con sinatura e debuxos esparexidos por entre as súas páxinas, forma que tiña Federico de alongar indefinidamente o seu afecto na presenza e memoria dos seus amigos; pero, sobre todo, a escena no hotel Compostela, sentado ao piano, tocando, cantando, recitando, representando, rindo. O coro de amigos, expectantes, ante esta forza de natureza poética, escoitan suspensos como García Lorca alterna cancións populares andaluzas («Los cuatro muleros», «Los mozos de Monleón», «Las tres morillas») con cantigas de Martín Códax, «A Nosa Señora da Barca» e outras do folclore popular galego."
Carlos Martínez-Barbeito fue a estudiar a Madrid en el curso 1932-33 y prosiguió allí su amistad con García Lorca.
 
El día 11 vuelve a Madrid, pero antes quiere dar una vuelta por la ciudad, visitar la colegiata de Sar y Santo Domingo de Bonaval,  donde se encuentra el Pabellón de Gallegos Ilustres, para homenajear a Rosalía de Castro, depositando un ramo de flores. Compra recuerdos de la ciudad y merienda en el Café Suizo. Fue ese día cuando propuso a sus acompañantes organizar un homenaje a Rosalía, en el que él participaría y que al final no llegó a realizarse.
Puede consultarse el libro publicado en 2020 de Henrique Alvarellos para una información detallada de la estancia del poeta en la ciudad. 


A CORUÑA

Procedía de Vigo y Santiago. Invitado por el Comité de Cooperación Intelectual de A Coruña pronunció su conferencia el día 8. El tema era el mismo sobre el cante jondo de Vigo ("Arquitectura del cante jondo"), aderezado con el recitado de varios fragmentos del que luego sería Poeta en Nueva York. El acto tuvo lugar en el Teatro Linares Rivas, que se encontraba en el Cantón Grande, donde más tarde se ubicó el también desaparecido Cine Avenida. Como recoge La Voz de Galicia el día 10 (los lunes no se publicaba): «El autor del Romancero gitano leyó, recitó más bien, un interesante y documentado estudio acerca del cante jondo, su valía, su significación y su arquitectura. Lo examinó en sus orígenes, a la vez litúrgico, árabe y gitano, con reminiscencias de los cantos indios, fundido a través de los siglos en el alma ensoñadora de Andalucía». 
Permaneció un día más en la ciudad y visitó Betanzos en compañía de varios amigos, retratándose con ellos en varias fotografías tomadas junto a la iglesia de Santa María do Azougue.

EN BETANZOS

Se conservan dos fotografías de su estancia aquí. Una se hace delante de la fachada de la iglesia de Santa María do Azougue, en 1932, probablemente a principios de mayo. Hay otra imagen del mismo día, en el crucero de la iglesia, muy conocida y divulgada, donde posan los mismos protagonistas. De izquierda a derecha, aparecen José Barbeito, José Álvarez Sánchez-Heredero, García Lorca, Ramón Fernández Cid y Francisco Esteve Barba. Esta parada en Betanzos debió de producirse en uno de los viajes entre A Coruña y Santiago.
 

AGOSTO DE 1932. VISITA CON LA BARRACA (tercer viaje)

 

NOVIEMBRE DE 1932 (cuarto viaje)

   De nuevo visita Galicia para dar conferencias. Esta vez estuvo en Pontevedra (19 y 20 de noviembre) y en Lugo (22 de noviembre).

PONTEVEDRA

   En la ciudad existía entonces una efervescencia cultural y la revista Cristal constituía uno de los vehículos de transmisión de sus ideas. Se publicaron solo diez números, entre 1932 y 1933 y en ella colaboraron en castellano y gallego artistas como Juan Lacomba, Antonio Díaz Herrera, Víctor Saiz Armesto, Alvarez Blázquez, Andrade, Lois Teijeiro, Augusto María Casas, Amado Carballo y Alvarez Limeses.

    Su quinto número fue «dedicado a Federico García Lorca con motivo de su próxima visita a esta ciudad" y reproduce dos romances del poeta autor del Romancero gitano.

   Fue recibido en la estación del tren por varios miembros del Comité: Luciano del Río, Evaristo Mosquera, Javier Andrade Cimadevila, Bernardo Salom de la Hoz, Tabucho Pintos Fonseca e Luis Poza Pastrana, así como algunos representantes de la revista, entre ellos Xoán Vidal, el fundador de Cristal, o Alejandro de la Sota.

    Los intelectuales pontevedreses lo llevan a visitar la redacción de la revista «en un desván del Hotel Méndez Núñez». El lugar no era lujoso «pero éste les tranquilizó diciendo que la revista Gallo, que él fundara en Granada en 1928, no había tenido mejor cobijo». Las paredes estaban cubiertas de dibujos cubistas de Ventura de Dios Turiñas (sobrino de Castelao) y de José Luis Fuentes, ilustradores de la revista junto con Alejandro de la Sota.

   Lorca era muy conocido como autor de Romancero Gitano, pero ya había estado en Nueva York y había escrito poemas surrealistas. «Non o deixamos respirar nos dous días que permaneceu en Pontevedra», escribió el poeta Xosé María Álvarez Blázquez, quien lo describe así: «A súa face expresiva, atraínte, simpática; o seu parolear ceceante, vivo, cordial e inxenuo; o seu xesto apaixonado; os seus ollos negros,penetrantes; as mans prestas, o ladear confidente da cabeza».

El día 20 , a las 11 de la mañana, en el cine Coliseum da la conferencia sobre «María Blanchard, gloria y angustia de la pintura moderna» y cede una copia de «Asesinato» de Poeta en Nueva York para la revista Cristal.


Hubo finalmente una velada poética y musical que puso fin a la estancia de Lorca en Pontevedra. En ella participaron los colaboradores de la revista literaria y del Comité de Cooperación Intelectual y el poeta, al piano, cantó y recitó para el grupo: «¡Ay! Río de Sevilla», «Los cuatro muleros», «Caminito del monte» e « Asubía que fai vento». Parece que por primera y única vez también interpretó algunas canciones populares que recogió con Manuel de Falla en la sierra de Ronda.

Luciano del Río recuerda así esa noche: "Al finalizar su permanencia entre nosotros, los hermanos Díaz Herrera ofrecieron a Lorca un vino español en casa de su padre [...] En uno de los salones tenían un viejo piano, pero lo suficientemente afinado para que Federico nos ofreciera un magnífico recital de canciones populares andaluzas y alguna gallega [...] Recuerdo [...] que García Lorca nos recitó y cantó ayudándose del piano […]. Lorca solicitó un lugar para escribir y sin tardanza, compuso un bellísimo soneto, de gran sonoridad, y con duro acento romano: Yo sé que mi perfil será tranquilo.».

El soneto era, en realidad, uno escrito años antes en Nueva York y que sería incluido en Poemas póstumos. Ese mismo año, en diciembre de 1932, fue dedicado públicamente a la violinista catalana Nieves Gas. La historia la reveló hace un año el diario El País: «A casi 1.000 euros la línea. Ese es el precio que salen de media las 14 líneas del soneto manuscrito que Federico García Lorca dedicó en 1932 a la violinista catalana Nieves Gas y que, con un montante de 12.000 euros de salida, se subasta el jueves en Barcelona (…) En 1932, ya de regreso en España y director de la compañía de teatro universitario La Barraca, realizó el 16 de diciembre una lectura en el hotel Ritz de Barcelona (…) También está entre los asistentes la joven violinista Nieves Gas quien, junto a su hermana pianista Herminia, era un destacado valor musical catalán de la época. Presentada al poeta al final del acto, a ella irá dirigida un soneto en el que si ya los dos primeros versos se nota la tristeza fruto de la incomprensión de la que se siente rodeado – ‘Yo sé que mi perfil será tranquilo / en el norte de un cielo sin reflejo».

LUGO


En 1932, Lorca leyó al alcalde Francisco Lamas su "Oda al Santísimo Sacramento", al pie del altar de la catedral. Dio una conferencia sobre "Maria Blanchard, gloria y angustia de la poesía moderna" en el Salón de actos de la Diputación de Lugo. Por la tarde, antes de la conferencia había estado en la tertulia del Hielo bar, un desaparecido café de la calle San Marcos, con Fole, Luis Manteiga, Álvaro Cunqueiro y otros. Por la noche, en una velada con los jóvenes escritores gallegos recitó fragmentos de Poeta en Nueva York en casa de Ramón Martinez Lopez, aún inédito en aquel momento

Al amanecer dieron un paseo por la muralla. Cedió para su publicación en Yunque el "Madrigal á cibdá de Santiago".

" A Revista Yunque a revista de vangarda política -socialista e galeguista- e cultural era publicada en Lugo. Colaboraron intelectuais como Cunqueiro, o propio Ramón Piñeiro e Fole, que foi o seu director Francisco Lamas (membro destacado da revista Yunque que dirixía Fole) que afirma que Federico escribiu en media hora, o 22 de novembro de 1932, o seu primeiro poema en galego, na trastenda dun comercio de gramolas que tiña en Lugo Luís Manteiga. Interesante, aínda que achegando unha versión diferente, é tamén o testemuño de José López Cabanillas, que relata o acontecido naquela mesma noite de Federico en Lugo, despois de pronunciar unha conferencia sobre a pintora María Blanchard, afirmando que o poema foi redactado na casa de Ramón Martínez López, despois de que Federico recitase o “Rey de Harlem” (unha marabilla!) e algúns outros poemas que logo se publicarían de forma póstuma en Poeta en Nueva York. Fose nun sitio ou noutro, o que non hai dúbida é que aqueles primeiros versos lorquianos do Madrigal agromaron en Lugo, como testemuña a copia autógrafa de Federico e que quedou en poder (como unha alfaia) de Francisco Lamas."

La charla sobre el Cante Jondo (1922), reestructurada en los años 30 con el título Arquitectura del cante jondo, junto a la paráfrasis de las ideas de Falla sobre la dignidad musical del canto primitivo andaluz contiene importantes observaciones sobre el poder sintético de las letras del cante, muy interesantes para "todos los poetas que actualmente nos ocupamos, en más o menos escala, en la poda y cuidado del demasiado frondoso árbol lírico que nos dejaron los románticos y los postrománticos" por su extremado sintetismo, extrema que supera en esencialidad el poder evocativo de otros cantares populares españoles: "Es un canto sin paisaje y por lo tanto concentrado en sí mismo, y terrible en medio de la sombra, lanza sus flechas de oro que se clavan en nuestro corazón." 

                                     Escultura de García Lorca en la Alameda de Santiago, frente a la de Rosalía de Castro