GARCÍA LORCA: IMPRESIONES Y PAISAJES Y LAS REFERENCIAS A GALICIA

Impresiones y paisajes

Antigua sede del hospicio de Santiago


UN HOSPICIO EN GALICIA


"Es el otoño gallego, y la lluvia cae silenciosa y lenta sobre el verde dulce de la tierra. A veces entre las nubes vagas y soñolientas se ven los montes llenos de pinares. La ciudad está callada. Frente a una iglesia de piedra negriverdosa, donde los jaramagos quieren prender sus florones, está el hospicio humilde y pobre... Da impresión de abandono el portalón húmedo que tiene... Ya dentro, se huele a comida mal condimentada y pobreza extrema. El patio es románico... En el centro de él juegan los asilados, niños raquíticos y enclenques, de ojos borrosos y pelos tiesos. Muchos son rubitos, pero el tinte de la enfermedad les fue dando tonalidades raras en las cabezas... Pálidos, con los pechos hundidos, con los labios marchitos, con las manos huesudas pasean o juegan unos con otros en medio de la llovizna eterna de Galicia... Algunos, más enfermos, no juegan y sentados en recachas están inmóviles, con los ojos quietos y las cabecitas amagadas. Otro hay cojito, que se empeña en dar saltos sobre unos pedruscos del suelo... Las monjas van y vienen presurosas al son de los rosarios. Hay un rosal mustio en un rincón. 
Todas las caras son dolorosamente tristes...; se diría que tienen presentimientos de muerte cercana... Esta puerta achatada y enorme de la entrada, ha visto pasar interminables procesiones de espectros humanos que pasando con inquietud han dejado allí a los niños abandonados... Me dio gran compasión esta puerta por donde han pasado tantos infelices..., y es preciso que sepa la misión que tiene y quiere morirse de pena, porque está carcomida, sucia, desvencijada... Quizá algún día, teniendo lástima de los niños hambrientos y de las graves injusticias sociales, se derrumbe con fuerza sobre alguna comisión de beneficencia municipal donde abundan tanto los bandidos de levita y aplastándolos haga una hermosa tortilla de las que tanta falta hacen en España... Es horrible un hospicio con aires de deshabitado, y con esta infancia raquítica y dolorosa. Pone en el corazón un deseo inmenso de llorar y un ansia formidable de igualdad... 
Por una galería blanca y seguido de monjas avanza un señor muy bien vestido, mirando a derecha e izquierda con indiferencia... Los niños se descubren respetuosos y llenos de miedo. Es el visitador... Una campana suena... La puerta se abre chillando estrepitosamente, llena de coraje... Al cerrarse, suena lentamente como si llorara... No cesa de llover".

ROMANCE DE MENDELSSOHN

O Parrote
"Quieto está el puerto. Sobre la miel azul del mar las barcas cabecean soñolientas. A lo lejos se ven las torres de la ciudad y las pendientes rocosas del monte... Es la hora crepuscular y empiezan a encenderse las luces de los barcos y de las casas... Se ve el caserío invertido en las aguas en medio de los ziszás dorados y temblorosos de los reflejos. Hay un agradable y suave color de luna sobre las aguas... Se queda el muelle desierto y silencioso..., sólo pasan dos hombrotes vestidos de azul que hablan acaloradamente... De un piano lejano llegó la romanza sin palabras... Romanza maravillosa llena del espíritu romántico del 1830... Empezó lentamente con aire rubato delicioso y entró después con un canto rebosante de apasionamientos. A veces la melodía se callaba mientras los graves daban unos acordes suaves y solemnes... Llegaba sobre el puerto la música envolviéndolo todo en una fascinación de sonido sentimental. Las olas encajonadas caían lamiendo voluptuosamente las gradas del embarcadero... Seguía el piano la romanza cuando se hizo de noche. Sobre las aguas verdes y plomizas pasó una barca blanca como un fantasma al compás lento de los remos".

Impresiones y paisajes, el primer libro que publicó. (1918) es fruto de los "viajes de arte" por Andalucía, Castilla y Galicia organizados por el catedrático institucionista Martín Domínguez Berrueta. Fue costeado por su padre en una edición no venal. Enteramente en prosa, pensío primero titularla Caminatas románticas por la vieja España. No es una mera crónica de viajes. En busca del "interior de las cosas, es decir, el alma incrustada en ellas", el autor se alinea con "las almas románticas que el siglo desprecia". Los elementos del paisaje entran como una constante en la obra lorquiana, aunque aparezcan empleados en diferentes formas: desde la descripción poética hasta el empleo del término paisajístico para constituir una metáfora abstracta. 

Dos de los textos son fruto de su paso por Galicia. En "Un hospicio en Galicia" el poeta se rebela contra las duras condiciones en que se encuentran los niños en esa institución compostelana. "Romanza de Mendelssohn" se inspira, sin mencionarla, en su experiencia en la ciudad coruñesa durante su breve estancia en ella, tal como está recogida en las notas de viaje. Dice en estas:«Ya estamos en Coruña. La ciudad es lindísima... En el puerto, las barquillas agrupadas se besan unas a otras a impulsos del agua, tan pastosa que parece jarabe… En la casa del comandante se oye un piano. Sus notas llegan a mí confusas… me acerco ansioso. Es un aire popular…». Y un poco después: «Caminamos a la torre de Hércules. Es cuadrada, altísima, está desafiando al mar. Este enfurecido la salpica de espuma fuertemente. El aire me arrulla…». Luis Mariscal, en su propio relato de la misma excursión cuenta, con más detalle, que aquel día visitaron la iglesia de Santiago en la Ciudad Vieja y después se fueron dando, escribe, «un paseo delicioso sobre el mar» hasta la torre de Hércules (lo que coincide con lo apuntado por Lorca en sus notas), por lo que resulta probable que el punto exacto donde se produjo la audición pianística fuera entre la dársena pesquera y la antigua playa del Parrote.