GARCÍA LORCA Y LA MÚSICA



GARCÍA LORCA Y LA MÚSICA

   Es sabido que Lorca fue músico antes escritor. Su profesor de piano fue Antonio Seguro de Mesa. Incluso pensaba trasladarse a París para continuar su carrera musical, pero al final no lo hizo. 
   Siempre mostró interés por la música popular, acrecentado tras su contacto con Manuel de Falla, que se estableció en Granada en 1919, y con el que recorrió los pueblos de Andalucía para recoger cantos populares, lo que culminó con la organización del Certamen de cante jondo en 1922. Ese interés por la música popular está presente en toda su obra poética y teatral, sobre todo en la de línea neopopularista (Poema del cante jondo, por ejemplo).

   En los años que transcurren entre los primeros viajes, Federico García Lorca establecerá contacto con la cultura gallega, y más concretamente con Jesús Bal y Gay en la  Residencia de Estudiantes de Madrid, recopilador junto a Eduardo Martínez Torner de un Cancionero gallego. Gracias a sus lecciones, el poeta armoniza el Romance de don Boyso, e incluye en su repertorio musical cantigas del Rey Sabio, de Martín Códax y algún poema de Rosalía de Castro. Se despierta también su interés por Curros, Pondal, Rosalía, Amado Carballo y Manuel Antonio.




   Improvisaría, a su lado, cantigas del folclore musical gallego, recopiladas por ellos en el Cancionero gallego. Esto explica, por ejemplo, que Lorca interprete en las aulas de Columbia University de Nueva York en 1929, delante de Federico de Onís, el «Romance de don Boyso». Ya  en 1923, en su casa de Granada, en Reyes, incluyó en su repertorio musical dos cantigas gallegas de Alfonso X el Sabio. También, en años posteriores, incorporaría otras cantigas: «Nosa Señora da Barca», «Asubía, que fai vento», el romance «Estando cosendo na niña almohada» y el cantar «Campanas de Bastabales», barcarolas y cantigas de amigo de Martín Códax, etc.